sábado, 18 de febrero de 2017


Investigaciones científicas sobre el Cerebro
El desarrollo del cerebro es un proceso consistente en hacer y rehacer cada vez más conexiones entre neuronas para tejer redes tridimensionales de círcuitos neuronales. Qué círcuitos se fortalecen y cuáles se atrofian eso depende de las experiencias que tiene el niño en su entorno. Durante los ocho primeros meses de vida, la creación de círcuitos nuevos aventaja a la desaparición de círcuitos viejos, proceso que continúa hasta que hay aproximadamente veinte veces más circuito de lo que existían al nacer el niño. La corteza prefrontal, donde se produce nuestro pensamiento racional, sigue creando nuevas conexiones a lo largo de los diez años siguientes, usando para ello el doble de energía que la que usa un cerebro adulto.
En el segundo año de vida del niño, el número de círcuitos que se debilitan o se atrofian supera al de los que se crean nuevos, hasta que a finales del segundo año, el número total se ha reducido a la mitad y el bebé tiene aproximadamente el mismo número de sinapsis que un adulto. El entorno y las experiencias del niño decidirán qué conexiones se refuerzan y cuáles desaparecen o se debilitan. El buen funcionamiento de la corteza cerebral es necesario para el aprendizaje y depende del crecimiento sano del cerebro medio y del tronco del encéfalo las partes que gobiernan el bienestar emocional del niño. La corteza cerebral conserva su plasticidad y adaptabilidad a la nueva experiencia a lo largo de toda la vida. Pero el tronco encefálico, que organiza al cerebro, pierde plasticidad, de manera que las experiencias de los dos primeros años de la vida del niño determinarán su desempeño futuro.
La respuesta normal y sana del cerebro ante las situaciones alarmantes es una u otra de la bien ya conocida lucha, parálisis huida. Los niños pequeños que sufren situaciones traumáticas adoptan a menudo formas exagerada de una de esas respuestas. Más tarde, en el colegio, esos niños serán excesivamente agresivos en sus relaciones con los otros, o mostrarán pasividad y falta de interacción en su conducta. Los científicos piensan que eso se debe a que los sucesos traumáticos, o cualquier experiencia negativa en la primera etapa de la vida del niño, puede afectar el desarrollo y estructura del cerebro. Concretamente, parecen que impiden la creación de conexiones neuronales. Los experimentadores y educadores han demostrado que esta situación es reversible, si se somete al niño a un programa intensivo de cuidado y actividades específicas.


                                      Terry Mahony

sábado, 11 de febrero de 2017



                                                                                         LA RELACIÓN EDUCATIVA 


En la relación Educativa,  normalmente, ni escogemos al estudiante ni éste a nosotros. En esta relación de  “no elección” aparece una obligación” de enseñar y aprender, con la cual se hace necesario emplear algún tipo de recurso para hacer la relación más fácil. El aprendizaje de estrategias que permitan “seducir” la atención del estudiante facilitará, no sólo su aprendizaje, sino la oferta de un modelo docente abierto, seguro de sí mismo y que se afirma delante de los demás.
Según Menhrabian (1967), las palabras únicamente tienen un 7% de impacto en los oyentes, la voz 38% y el cuerpo y la expresión corporal un 55%.  A pesar de que estas cifras pueden ser matizables, la idea que transmiten es que la comunicación gestual  expresa mucho más de lo que realmente pensamos.
Entonces: ¿Cuál es la formación corporal que ayudaría al maestro a utilizar ese 55% de impacto en los estudiantes?
A través de la pedagogía gestual se podría mejorar la relación educativa.  Tomando en cuenta elementos como la imitación, la mirada y la distancia o “proxemia”

La sonrisa es la expresión facial más positiva  y universalmente usada.
                                                                                           IMMA CASES




              

               



                       

sábado, 4 de febrero de 2017



                       Manejo del Grupo
El manejo del grupo empieza desde el momento en que el docente elabora un plan de trabajo para una sesión de 45 minutos y lo constituyen una serie de técnicas que sirven para captar y mantener de manera constante y permanente la atención y participación del estudiante durante la sesión de clase y tiene como propósito estimular,  aumentar su interés e involucramiento en el desarrollo de la misma. Esto además ayuda a conservar el orden y la disciplina durante el trabajo escolar.
El Manejo del grupo debe estar compuesto por los siguientes elementos:
1.- Presentación Personal: La primera impresión deja una huella difícil de borrar para bien o para mal. Por esta razón el aspecto físico durante la labor docente  se debe cuidar. Es importante su vestimenta, el aseo,  la actitud positiva y cordial, ya que lo quiera o no el docente es líder y guía del grupo. Conductas contrarias como el desgano, desaliño y el enfado causan rechazo y mala impresión.
2. Puntualidad: El profesor influye mucho en sus alumnos con su disposición constante para cumplir en tiempos y formas sus deberes, beneficiando así la formación integral del grupo. Por tanto la puntualidad implica considerar el tiempo en el aula y el tiempo destinado al siguiente profesor. Ser puntual provoca un sentimiento de seguridad y confianza en la enseñanza de principios y valores.
3.-Conocimiento del Tema: El conocimiento del tema que se enseña se debe reflejar en el dominio y manejo  de la información sobre la materia, de manera que los estudiantes queden atrapado por la riqueza de la exposición. Por tanto se debe evitar un único recurso durante la intervención del docente.
4.-Atención Visual: El atender y ocuparse de los estudiantes de manera permanente con la mirada de forma cordial y respetuosa, es otro elemento que debe estar presente en el desarrollo de una clase, en especial cuando este participa preguntando opinando o compartiendo información adicional al tema.
5.- Plan de Clase: El plan de clase es una visión anticipada de lo que se va a hacer, favoreciendo un trabajo fluido ágil y dinámico que además le da certidumbre al docente y refleja seguridad en el desarrollo de su trabajo. La elaboración de un plan de clase obliga al docente a revisar la información de su materia y como consecuencia lo mantiene actualizado.
6.- Amor a la Docencia: El Amor es el ingrediente que mueve, da vida,  sabor y gusto a toda actividad humana. El afecto, la cortesía, la cordialidad y el esmero en la labor docente es el valor añadido que da la satisfacción del deber social cumplido.
El Profesor debe sentir y vivir lo que enseña.

Agustín Gutiérrez