domingo, 21 de mayo de 2017

                                                                                               

 Cada Acción es Importante 



         Se cuenta que había una vez un escritor que vivía en una tranquila playa, cerca de un pueblo de pescadores. Todas las mañanas andaba por la orilla del mar para inspirarse, y por las tardes, se quedaba en casa escribiendo. Un día caminando por la playa, vio a un joven que se dedicaba a recoger las estrellas de mar que había en la arena y, una por una, las iba devolviendo al mar.
-¿Por qué haces esto?-preguntó el escritor.

-¿No se da cuenta?-dijo el joven-. La marea está baja y el sol brilla

. Las estrellas se secarán y morirán si las dejo en la arena.
Joven, hay miles de kilómetros de costa en este mundo y centenares de miles de estrellas de mar repartidas en la playa. ¿Piensas acaso que vas a conseguir algo? Tú sólo retornas unas cuantas estrellas al océano. Sea como sea la mayoría morirá.
El joven cogió otra estrella de la arena, la retorno al mar, miró al escritor y le dijo:
-Al menos, habrá valido la pena para esta estrella.

Aquella noche el escritor no  durmió ni consiguió escribir nada. A primera hora de la mañana se dirigió a la playa, se reunió con el joven y los dos juntos continuaron devolviendo estrellas de mar al océano.